QUIÉNES SOMOS

Declaración de principios

El arte es búsqueda constante; es hurgar al interior; es observar; es crear. Sin dejar de hacer y buscar, la vida nos ha llevado y traído por el mundo de  la gestión, la docencia, administración, dramaturgia, que a fin de cuentas todo confluye  en ese maravilloso contacto actor – espectador.

El derecho humano al arte y la cultura es fundamental para el desarrollo humano y la generación de habilidades cognitivas, el bienestar emocional y ciudadanos integrales. Y allí vamos, en la búsqueda por facilitar ese derecho.

En un mundo que se convirtió en una aldea y que impone retos cada vez más complejos, aquí seguimos, adecuándose a las circunstancias, jugando a esta tan nuestra, tan humana, tan compartida forma de comunicación: el teatro.

Teatro y comunidad. La Cachimba Teatro, A. C., no esperamos a la comunidad: vamos a su encuentro, nos involucramos. La Cachimba Teatro es comunidad y ponemos especial énfasis en las comunidades vulnerables, aquellas olvidadas por autoridades y abandonadas por los grupos sociales más estables.

Hoy contamos con un teatro móvil, nuestro carromato, que nos conduce en nuestro anhelo por establecer contacto directo con la gente de todas las edades. El carromato nos mueve. El teatro nos mueve a trabajar con comunidades específicas, en espacios micropolíticos, buscando preservar una conversación global. A fin de cuentas, los problemas del mundo son problemas comunes, tan particulares como el problema más íntimo de cada quién. 

Allá vamos a integrarnos con grupos que nos reclaman la construcción de trabajos estéticos a partir de su especificidad. De lo particular a lo general; de lo inductivo a lo deductivo.

El arte mueve al mundo; ha sido punta de lanza en las transformaciones de la sociedad; siempre ha luchado contra ese progreso que destruye nuestro hábitat; siempre ha pretendido ser incluyente, abonar a favor de los grupos minoritarios. El arte existe porque lucha por el equilibrio: entre uno mismo, entre los demás, entre humanos y naturaleza. No lo logra, no. En una sociedad empecinada en su propia destrucción, abonando al único dios verdadero del Siglo XXI, el dinero, el poder, se tiene que seguir picando piedra para volver al origen, al punto de partida de todo esto que se nos ha escapado de entre las manos.

El arte puede, el teatro puede. En la Cachimba Teatro, A. C., podemos y seguimos en movimiento en búsqueda de la consecución de ese sueño armónico entre individuos, sociedad y naturaleza.  

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